En primer
lugar, cabe destacar que este es un tema que ha dado mucho de lo que hablar en
estos últimos años, y el cual intentaré dar a entender en su máxima expresión
posible.
El 15 de
mayo de 2011 manifestaciones masivas recorrieron las calles de decenas de
ciudades de España. Se ocuparon calles, plazas y se comprobó que la gente
estaba unida. A este despertar colectivo siguió la toma de conciencia global y
el aumento de las luchas. Esto es lo que en un primer término denominamos el
movimiento 15M.
Este
movimiento nace como una petición a una democracia real, realizando una crítica
al bipartidismo “PPSOE”, la petición de una verdadera separación de poderes y
una oposición férrea al sistema bancario español.
Todo esto
desarrollado dentro de la sociedad española del siglo veintiuno, donde aún vive
gente en la calle, mientras que hay constancia de miles de viviendas vacías
propiedad del banco, donde las personas parecemos marionetas en manos de
políticos y banqueros, una sociedad, a muchos rasgos desigualitaria, reinada
por una clara jerarquía económica, una denominada “dictadura del capital”.
Esta
indignación social es cocinada en las entrañas de la sociedad civil, y no con
otro fin que el mero hecho de que se haga justicia.
Respecto a
este tema, me veo obligado a desarrollar un planteamiento entre la sociedad
actual y la realidad de la revolución en esta.
En la
sociedad que nos situamos actualmente, la revolución es algo de extrema
complejidad, ya que, como dice Byung-Chul Han “El carácter estabilizador del sistema ya no es represor, sino seductor;
es decir, cautivador”, respecto al sistema actual, al que gran parte de la
población critica, pero del que la gente no se defiende, ni en el término en el
que este abusa de ellos, la revolución no tiene una tierra fértil donde desarrollarse,
y entenderse, no de manera de un abuso de la violencia con un fin peor que lo
actual, sino como una manera colectiva de defender nuestros derechos e
intereses con el fin de buscar una justicia e igualdad reales, explicando toda
esta situación de la que se habla, Chojin lo expresa con extrema claridad en
esta canción:
Es cierto
que vivimos una situación difícil, y está claro que los cambios no son fáciles,
pero si necesarios, y estos no empiezan desde arriba, sino desde abajo, es
necesario crear una conciencia social, no que se imponga, sino que se promueva,
una defensa de unos derechos comunes y necesario. Es complicado resumir la
revolución en unas palabras, pero como un objeto relativo lo relaciono
directamente con algo llamado libertad.
Intentando
expresar un poco mi opinión y mi descontento debo decir que no entiendo cómo,
habiendo aproximadamente 500.000 casas vacías en España, y como no, propiedad
del banco la mayoría de ellas, unas 35.000 personas viven oficialmente en la
calle según el instituto nacional de estadística, a mi parecer es bastante
triste e injusto, pues un hogar no es un premio, sino un derecho.
Otro tema
que me inquieta es que desde 2007, el número de familias con menores que tienen
que acudir a organizaciones no gubernamentales para cubrir sus necesidades
básicas se ha triplicado. Nuestro país ocupa el puesto número siete de 41 en
crecimiento de la pobreza infantil entre 2008 y 2012, según un informe de
Unicef, y si contrastamos esto frente a las 1.000 toneladas que se tiran cada
día por parte de las grandes plataformas de supermercados, se muestra una
desvergonzada situación en la que otra vez, el dinero está por encima de la
dignidad humana.
Estas y
otras tantas situaciones se dan diariamente en España, esta petición a un
cambio no es algo movido por un interés innecesario, ni egoísmo, está movido
por una situación dura pero real, por una petición de justicia, por una
petición de solidaridad.
En mi
opinión, la revolución no es algo inviable actualmente, aunque si complejo y
complicado, ya que primero deberíamos conocer y entender los problemas contra
los que debemos luchar, y entender que a mi parecer el cambio estructural
comienza en la mente, con una reflexión diaria y la crítica a uno mismo, pues
estas son dos realidades más revolucionarias, y posterior a ello buscar la solución
viable a estos problemas.
Como
conclusión final todos somos seres humanos, y como tal merecemos una vida
digna. Todos deberíamos conocer lo más injusto y cruel que se esconde en
nuestra sociedad, y como tal todos ser INDIGNADOS, ya que por encima del
interés económico debería estar la dignidad humana, sin importar ideas, etnia, nivel económico o
condición de la persona.